En la capital carioca -sede del próximo y decisivo partido entre y la selección brasileña y La Roja, que se juega la posibilidad de clasificar a Catar 2022- existen opciones gastronómicas para todos los presupuestos, pero la más tradicional y democrática son los tradicionales petiscos, menú perfecto para antes o después de cualquier recorrido futbolero y turístico.
Los botecos (bodegones) de Río de Janeiro son el punto de encuentro de los cariocas, antes o después de un partido de fútbol o una tarde de playa. No es casual que muchos de ellos se hayan convertido en patrimonio de la ciudad y sean espacios de confraternización que reflejan un rasgo característico los habitantes de Río: el aprecio por la informalidad.
La importancia de este tipo de restaurantes para los habitantes de Río de Janeiro es tanta que existen rankings especializados en los mejores botecos, por categorías, desde sus petiscos (entradas, tapas), pasando por su ambiente, su gastronomía y la calidad de su cervezas o cócteles. Los botecos cariocas son, además, polos de consumo cultural: grandes compositores, escritores, músicos, deportistas y artistas plásticos han dejado su huella en muchos de ellos, y les han rendido homenaje como patrimonio histórico de la ciudad.
Los brasileños llaman ‘petiscos’ o ‘comida de boteco’ a aquellos platos que los amigos comparten durante una buena conversación en el bar. Son pequeños bocados para el picoteo, que bien pueden ser protagonistas de una tarde de cervezas, jugos de fruta o caipirinhas, y charla entre amigos. Algunas sugerencias, a continuación:
Acarajé: croqueta de masa de porotos blancos y camarón deshidratado, que una vez frita y crocante se come rellena de camarones.
Bolinhos: son croquetas fritas que tienen como base la papa, mandioca, harina de trigo y especias, con algún relleno, por ejemplo bacalao, camarones, carne deshidratada, frijoles, carne de cerdo y así por el estilo.
Caldinho de feijão: es una sopa de porotos procesados que se sirve con hierbas y pequeños chicharrones de cerdo.
Coxinhas de frango: crujientes por fuera y cremosas en su interior, son una mezcla de harina de trigo, de mandioca, especias y pollo desmenuzado. Se las identifica por su forma redondeada, que imita a una patita de pollo.
Pan de queso: bollito de harina de mandioca y queso, horneado, que suele consumirse recién hecho.
Pasteis: pequeñas empanadas fritas de una masa muy liviana, que se sirven recién hechas.
Queijo coalho na chapa: queso blanco a la plancha.